La inspección por partículas magnéticas puede utilizarse en cualquier momento del ciclo de vida de un producto, desde la formación inicial de los lingotes hasta los productos finales forjados o soldados, así como después de que la pieza se haya puesto en servicio.
Las industrias en las que mayormente utiliza este tipo de inspecciones por partículas magnéticas son:
Acero estructural, Papeleras, Petroquímica, Generación de electricidad, Aeroespacial, Marítima, Procesado de alimentos, Entre otras.
Inspección por partículas magnéticas
Para poder realizar inspecciones por partículas magnéticas es necesaria la presencia de magnetismo en la pieza que se va a examinar, aplicar el medio o las partículas para la inspección e interpretar los patrones que forman las partículas cuando se ven atraídas por las fugas de campo magnético causadas por discontinuidades de la pieza. En las inspecciones por partículas magnéticas se utilizan medios visibles o fluorescentes, con partículas húmedas (suspendidas en un fluido) o en forma de polvo seco. Las partículas húmedas visibles normalmente son negras y pueden utilizarse con una pintura blanca que actúa como contraste para mejorar su visibilidad.
VENTAJAS Y BENEFICIOS
La complejidad de la industria moderna y la demanda de productos y equipos más seguros y fiables hacen que sea necesario utilizar procedimientos de fabricación y de ensayos que garanticen la máxima fiabilidad. Cuando se aplica correctamente, la inspección por partículas magnéticas puede proporcionar:
Incremento de la fiabilidad de los productos.
Mejora de los procesos de fabricación, ya que identificar problemas a tiempo permite corregirlos.
Reducción de costes, gracias a la disminución del número de devoluciones de productos y de reprocesos.